jueves, 31 de diciembre de 2009 a las 11:03 a.m.
No te siento tan especial, no siento que me hayas dejado algo tan movilizante como para que cuando pasen los años te siga recordando. No quise escribir de vos, sentí que no valías la pena, pero, debo reconocer que estas no ganas de dedicarte unas palabras son por lo que vivimos juntos, y eso, para bien o para mal, marcó algo en mi.
Me acompañaste cuando sentí que todos los que me rodeaban giraban sobre sí para darme la espalda, y así fue, así y todo organizar la despedida de mi amigo fue raro, distinto, desafiante. Pero de eso aprendí, o tuve que aprender a la fuerza, a idear, planificar y llevar a cabo sola, y que aún así, debía aprender a disfrutarlo. A veces más, a veces menos, disfruté. Un año que fui yo contra todos, un año que realmente me dejó agotada espiritual y psiquicamente.
Pero sentí la presencia de Dios una vez más, a cada emprendimiento, su caricia.


Adiós 2009  -  Bienvenido 2010




«Mëgg¥»
miércoles, 2 de diciembre de 2009 a las 11:45 p.m.





Te miro y no puedo evitar el nudo en la garganta. Y por un momento se me viene a la mente aquel día en que te conocí y cambiaste mi vida. Todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer, mamá me dejó a cargo de la mercería por un rato; yo, con sólo 8 años sólo entendía de muñecas y piyama's parties, pero me dijo: "salgo con la abuela, volvemos enseguida", eran cerca de las 19 hs, una vecina vino a comprar agujas nº 12 y yo no conocía mas que las alfileres, en eso llegan el tío y Maxi y entre los tres no hacíamos uno. La vecina directamente, conmovida o harta de esperar me dijo: "no te hagas drama, dame una canastita y listo". Y en eso llegás vos.
No me di cuenta de que ya estabas ahí, sólo vi que la panza de mi mamá había crecido demasiado en muy poco tiempo, y de repende saliste abriendote paso entre los cierres de la campera.
Te vi, sonreí y te tomé entre mis brazos, me llenaste de besos y no parabas de mover la cola.
Le pregunté a mamá si ya tenías nombre y sí, ya me había ganado de mano. Desde hacia unos minutos te llamabas Carola.
Maxi y yo corrimos con vos al patio y empezamos una historia preciosa, de juegos, travesuras, mordidas, fotos y paseos.
Amabas las cajas de cartón, ya te habías mimetizado con la familia, que descargabas tus nervios destrozando todo a tu paso. Tan malcriada que aún hoy los vecinos siguen sufriendo las mañanas de los domingos en que vamos a la iglesia y te quedás sola en casa, será que nunca te gustó estar sola y jamás te incomodó hacernoslo saber.
Y las fotos, cientos de ellas, desde distintas cámaras, porque eras la pequeña malcriada sobre la que se posaba toda la atención, desde la vieja Minolta que le regaló el abuelo a mamá, hasta la última adquisición que reemplazó a Isaura con sus 7.2 megapixels.
La oreja cuando me peleo con el mundo sos vos, que me hacés creer que entendés todo lo que te cuento llenándome de lengüetazos cuando ves caer mis lágrimas.
Pero ante todo, doy gracias a Dios porque llegaste a esta familia, que dividida y quebrada, vos te encargabas de unirla a tu antojo, y el amor que sentimos por vos aplaca nuestro orgullo haciéndonos dirigirnos la palabra para saber si estabas bien, si podíamos sacarte a pasear.
Porque debajo de la silla de papá, mientras él cenaba te babeabas, y porque siempre creeré que tenés cuatro estómagos como las vacas. Me acuerdo la época en que te deciamos "huesos" como el perro de los Simpsons, que mal la pasaste y que susto nos pegamos.
Jamás voy a olvidar que despertaste a mamá cuando la pérdida de gas hacía imposible permanecer en la casa, y así cientos de cosas.
Hoy intento devolverte todo lo que me diste con mis cuidados, mimos, y sé que no es suficiente y oigo tus quejidos y el nudo en mi garganta que no para de crecer.
Mi viejita hermosa, la de pestañas canosas y la que aún en este momento te mostrás fuerte y con ánimo.
Para Walter serás Highlander, para mi, mi compañera en la infancia, la adolescencia y principios de adultez.

Te amo.









Hoy 4 de Diciembre de 2009 te fuiste y ya te extraño.






«Mëgg¥»
sábado, 28 de noviembre de 2009 a las 12:26 a.m.




Estás cansada e intestás seguir ocultándolo, pero hay algo que sabés esconder muy bien, y que vos y yo sabemos que es en realidad algo que tiene que hacer un quiebre y terminar de una vez por todas.
Y seguís, parece que todavía no aprendiste. Vamos, no intentes negarlo, sé que el dolor que sentis dentro es tan profundo que te está marcando tan fuerte que presientes que lo sentirás siempre que pases por alguna situación similar.

Ya no podés ver sus rostros estáticos sin expresiones, ahora tan sólo ves sus figuras, giraron sobre sí, dándote la espalda ignorando cualquier palabra tuya, siendo de súplica o favor, ya no responden, no oyen, ya no les importas. Jamás harás lo que ellos quieren que hagas, y en forma de resentimiento te darán la espalda creyendo que así te detendrás y cederás ante caprichos y mentes finitas que creen que te dejarás influenciar por tus emociones y la necesidad de relacionarte con otros.

Pero una vez más, la historia se repite, ya no eres esa niña indefensa que a su corta edad no sabía defenderse y necesitaba que aquellas personas que se hacían llamar amigos lo siguieran siendo. Hoy eres una mujer, y la vida te hizo de carácter fuerte. No confías de inmediato en la gente y por más que nunca se termina de conocer a ésta, hacés lo posible antes de rotularla como amigo, hermano.

También seguís teniendo errores, y pagás por ellos, siempre hay alguna nueva desilusión, pero ya no manejan tu vida, un día le pusiste una coraza a tu corazón para que no vuelvan a herirte.
Hoy sabés quienes están, quienes estarán ahi cuando necesites un abrazo, quienes te dan una palabra cuando lo necesites. Hoy no esperas de ellos, hoy das, te brindás, recelosamente, pero lo hacés, sabes que lo que siembras cosechas, y que cada cosa que hagas volverá como un boomerang, por eso cuidas de aquellos que amas, y velas por aquellos que te hirieron.




«Mëgg¥»




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martes, 27 de octubre de 2009 a las 10:32 p.m.






Porque sabés cuanto dependo de vos, sabés de este dolor que siento, de lo triste que estoy, sabés que hay días en los que ni siquiera hablamos, en que me acuerdo de vos por momentos, pero siempre hay otra cosa que me distrae.
Sabés como darme ese abrazo que tanto necesito, esas caricias al alma que me hacen sentir viva una vez más, sintiendo que me amás a pesar de.
Gracias mi Dios, porque escuchas mis ruegos, porque conocés mis pensamientos y aquello que tanto anhelo. Gracias, por darme más de lo que merezco, allanar caminos y acompañarme en todo momento. Gracias porque me das fuerzas, me animás a seguir, a crecer, a ser cada día un poco mejor.
Gracias. Porque cada prueba que ponés en mi camino son para moldearme y formarme como mejor persona, porque son para mi bien aunque a veces sienta que me superan. Pero jamás me darás algo que no pueda soportar, porque solo piensas en el bien de tus hijos.
Gracias, por la vida que me regalaste, porque tenés un propósito para mi vida, porque me amás. Ojalá pueda devolverte la mitad de lo que hacés por mí.
Gracias por perdonarme y tener misericordia de mi.
Te pido que nunca apagues esta llama que un día encendió tu amor en mí. Te pido que nunca dejes que me aleje de vos porque un vacío me invadiría. Te pido que cumplas el propósito que preparaste para mí aunque mi "yo" de batalla logrando debilitarme.




«Mëgg¥»




"A su tiempo me darás lo que es mejor. Todos mis anhelos tienen tu color, tienen el latido de tu corazón, yo no quiero nada sin tu dirección." J. A. Romero.





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a las 2:17 a.m.



Detente unos minutos y escúchame,
y si no me escuchas, lee mis labios,
y si no puedes verlos, intenta sentirme.

Si nada de eso funciona, no te preocupes,
es que quizás tan sólo un presentimiento
con aires de desesperación, algo ya vivido
se cruzó en mi camino y sólo quise compartirlo contigo.



«Mëgg¥»
a las 2:15 a.m.

Una noche húmeda de Buenos Aires, mitad de semana y ella decidida salió a la calle, no quería ya pasar más tiempo sola, necesitaba rodearse de gente al menos por unas horas.
A unas pocas cuadras, visualizó un bar, era la noche del jueves y la gente acostumbraba a adelantar la llegada del tan ansiado fin de semana laboral; ella no lo veía así, no al menos esa noche.
Los últimos meses de su vida habían transcurrido demasiado rápido, aún no sabe qué sucedió para que hoy se encuentre viviendo en un monoambiente de uno de los barrios más porteños de Buenos Aires, como lo es San Telmo.
Poco sabemos de ella, sólo que de repente se convirtió en una persona solitaria, un alma que vagaba por calles empedradas, un alma con pena que se abrió paso a ese lugar que consolaría sus horas siguientes.
Todavía la recuerdo, mirando de reojo aquel cartel que marcaba la intersección de las calles Chile y Defensa, y timidamente abriendo la puerta de aquel bar, donde nadie la miró a los ojos, pasó desapercibida esquivando a todos aquellos que parecían no verla.
Una luz tenue, producida por candelabros y espejos en las paredes, hicieron que alzara su vista y se dirigiera a un rincón que llamó su atención, una mesa y una silla vacía.
No supe jamás el por qué fue hasta allí sola, pero puedo decir, que en sus ojos vi el anhelo, la necesidad de ser vista. Quizás tan sólo en esa noche, necesitaba que alguien le devolviera la mirada, saber que para alguien existía; ni siquiera significar algo hacia el otro, sólo ser correspondida por una simple mirada.
No sé cuánto tiempo más la observé, quizás lo suficiente para ver si alcanzaba su cometido, pero en ningún momento tomé el valor suficiente para adentrarme al bar y ser yo quien se encontrara con el brillo de sus ojos. Una extraña sensación invadió mi cuerpo dejándolo inmóvil, quizás cobardía, quizás vergüenza, o tan solo miedo a sentirme desnudo frente a ella y que pudiera interpretar mis pensamientos.
Mi respiración contra aquel vidrio empañaba todo intento de verla. Sólo sé que cuando menos lo esperaba aquel rincón estaba vacío y con él la silla donde aquella extraña dama había estado hasta hacía unos instantes.





«Mëgg¥»






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a las 2:12 a.m.




No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo tambien el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.

Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.

Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,

No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.

M.B.
a las 2:08 a.m.





A veces volamos, otras anclamos
a veces estamos allá arriba, otra nos sentimos en un 3º subsuelo
a veces nos sentimos libres, otras con los pies amarrados
a veces necesitamos elevarnos, otras preferimos no movernos
a veces nos sentimos en las nubes, a veces no nos queremos ni levantar.

A veces blanco, otras veces negro
a veces se gana, otras se aprende
a veces sonrisas, otras tan sólo lágrimas.

Pero en cada una de ellas ese "a veces" tan condicionado por nosotros mismos, por nuestra cobardía y nuestros miedos, por no jugarnos, por no intentar.

Y otras, ese "a veces" tan sólo sucede como algo inesperado, que ni siquiera lo tenías planeado, invade tu cuerpo junto a ganas de mejorar, de crecer, de intentar.



Ahora me siento en un "a veces"
muero de ganas de treparme a lo más alto de la rueda y gritarle al viento y así sentirme un poco más viva.

No es que no lo esté, tengo pulso,
pero sentirse vivo no es sólo tener signos vitales,
sentirse vivo no pasa por respirar solamente,
sentirse vivo es vivir, disfrutando, aprendiendo, agradeciendo, compartiendo, amando.
Sentirse vivo es vencer tus miedos, enfrentar obstáculos, y superarse cada día.

De eso se trata, vivir.




«Mëgg¥»


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a las 1:46 a.m.





En vano quiero distraerme del cuerpo
Y del desvelo de un espejo incesante
Que lo prodiga y que lo acecha
Y de la casa que repite sus patios
Y del mundo que sigue hasta un despedazado arrabal
De callejones donde el viento se cansa y de barro torpe.

En vano espero
Las desintegraciones y los símbolos que preceden al sueño.



J. L. Borges
a las 1:10 a.m.





Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno. entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.


Eduardo Galeano.




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miércoles, 16 de septiembre de 2009 a las 2:11 a.m.




El reloj se detuvo, el tiempo dejó de correr, y su respiración se normaliza.
Se siente bien, algo perdida, pero bien. Se siente libre, la cadena que llevaba se rompió, la venda cayó de sus ojos y hoy redescubre un mundo conocido, que en algún momento había dejado de percibir.



«Mëgg¥»





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martes, 15 de septiembre de 2009 a las 9:59 p.m.




Liberación de cuerpo, de alma, de sentimientos, de sonrisas y ganas de vivir.
Vivir sin ataduras, sin peros ni un pasado que se crea dueño de nuestro presente.
Presente se le dice a nuestro ahora, un regalo, un regalo de Dios.
Dios que nos ama tanto y nos bendice con sus promesas y con la respuesta a cada oración.
Oración de gratitud, por lo que soy, por lo que tengo, por los que me rodean porque de todo aprendo.
Aprendo, a veces lo disfruto y comparto lo aprendido, otras a los golpes, rodeada de desilusiones y miedo.
Miedo es lo que me acompañó mucho tiempo y se adueñó de mis decisiones.
Decisiones hoy las tomo como cada día lo hice, pero ya sin ataduras, sin miedo, persiguiendo la meta.
Meta, aquello que anhelo, pero que persigo con Dios, con lo que tengo y los que me rodean.




«Mëgg¥»






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miércoles, 2 de septiembre de 2009 a las 12:59 a.m.



A veces nos invaden esos momentos de nostalgia, momentos importantes que llevamos hoy tatuados con cincel, lo suficientemente movilizantes como para sentir que los revivimos de sólo recordarlos, tan ciertos que hasta nos sonreimos o lloramos sin que otra cosa nos lo impida.
Hay recuerdos y recuerdos, que si intentara clasificarlos, la lista sería infinita. Pero no importa, porque más allá de su clasificación marcaron algún aprendizaje y éste último es parte de un crecimiento personal.
Hoy mas allá de toda anécdota, mientras recordaba, lágrimas recorrían mi rostro en busca de una caída precipitada hacia mi cuaderno donde estaba, hasta hacía unos instantes, tomando apuntes.
Y es que sentía como aquella dama de aquel relato, que necesitaba ser correspondida por una mirada, pero yo tan sólo me conformaba hasta con el más mínimo gesto de gratitud, un saludo, aunque eso paralelamente implicara ser vista como anhelaba aquel alma que caminaba por calles empedradas.
Y el milagro inesperado se sucedió, un saludo, un cómo estás y un te quiero aunque no nos veamos seguido, fueron palabras más que suficientes, palabras más que milagrosas para renacer de aquella nostalgia y recobrar fuerzas y llegaron de aquel amigo que hace meses no veo, pero cada tanto hablamos.
Quizás el abrazo llegue con el reencuentro y deje de sentirme la chica de ese bar por un momento.





«Mëgg¥»





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sábado, 29 de agosto de 2009 a las 3:42 p.m.




¿A qué punto llegamos a desvalorizar nuestras vidas sintiendo vergüenza de nuestros cuerpos?
¿Qué fantasmas se convierten en nuestras sombras hasta adueñarse de nuestras vidas y dejar de ser nosotros para que ellos reinen en ellas?
¿Qué dolor apareció un día y no mengüó jamás?
¿Qué o quién nos lastimó tanto que logró que nos encerráramos para no volver a salir al mundo?
¿Qué desilusión en nuestra corta vida logra determinar nuestro miedo a enfrentar nuevas situaciones?

Hoy me pregunto que habrá pasado por su mente.
Hoy me pregunto que herida tan grande la superó.
Hoy me pregunto cuantas personas como ella viven sin Dios
Hoy me pregunto ¿por qué?

Si tan sólo algo la hubiese hecho cambiar de opinión ¿qué hubiese sido? ¿un ser humano, un amigo, una familia, Dios?

Llevo 2 semanas haciéndome estas preguntas
y aún no puedo entender.


2 años mayor que yo, misma escuela, mismos amigos. Su casa frente a la mía. Y una madre que tuvo que reconocer su cuerpo y enterrar a su hija.



«Mëgg¥»



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miércoles, 24 de junio de 2009 a las 12:20 a.m.



Duermes, y en tus sueños inventas grandes aventuras, eres un adulto, creando un mundo de travesuras, inocente como un niño.
Duermes, mientras el invierno llega sin golpear la puerta, capichosamente toma su lugar congelando hasta estas manos blancas y frías que te escriben y este corazón que te siente.
Duermes, pero ya no tensionado como antes, ya no estás como ausente, como cuando alguien se apropió de tu tiempo dejándote en medio de un desierto.
Hoy duermes, entre sentimientos encontrados, pero tu tiempo volvió a ser tuyo, ya no te lo volverán a quitar, quizás lo vuelvan a intentar, pero sabrás como luchar.
Duermes, sabiendo que pronto te alejarás de tu tierra, pero siempre será tan tuya y esto es sólo transitorio. Ya no te muestras débil ni rendido, estás expectante a esta vuelta de página.
Ha llegado el tiempo, las agujas del reloj recobraron vida y vuelven a correr después de tantos ruegos,
y el momento de abrir las alas y volar es ahora.
Vamos! Despierta! es hora! las puertas del cielo se han abierto para que las recorras en libertad,
para que cualquier dolor mengüe y vayas detrás de tus sueños.
Pero no olvides, que alguien te acompaña en todo tiempo, escucha tu corazón,
y atiende tus ruegos, se alegra y también llora con vos.
No te olvides de Él, porque Él jamás se olvida de ti, incluso hay un propósito detrás de todo esto,
y a su tiempo, a su tiempo Él quiere lo mejor para vos porque te ama.
Fija tu mirada en Dios, que sea Él quien dirija cada paso tuyo y cada decisión que tomes;
deja que Dios te siga moldeando y seas de testimonio dónde vayas.
Mas yo, aquí estoy, escribiéndote, contenta por esta posibilidad, feliz de que esta tortuosa espera terminara. Estaré aquí alegrándome con cada sonrisa tuya, orgullosa por cada meta tuya cumplida.
Vos al norte, yo en este amado sur, unidos siempre, porque las verdaderas amistades no entienden de distancias ni saben de kilómetros, y la nuestra seguirá creciendo como lo hace día a día, además tenemos a Dios a nuestro favor (conquistaremos el mundo).



Buen viaje y hasta pronto!


«Mëgg¥»






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lunes, 22 de junio de 2009 a las 11:36 p.m.



Torbellino de sensaciones que se mueven alocadamente a mi alrededor,
sin dejarme entender qué sucede, tan sólo giran y giro con ellos.

Basta, ya basta, me estoy mareando, necesito parar, pero no;
siguen, no me escuchan, y si lo hacen, no responden.


Construí un muro para refugiarme de ésto, pero hoy tan sólo yacen los escombros.

Ahora me encuentro rodeada de pasados y presentes, fantasmas que me acosan y me aturden.
Y él, mi corazón, débil pero que aún no se rinde;
sus pulsasiones ahí están, siguen conmigo.

Shhhh....entre sollozos intento calmarme,
mis fuerzas no las puedo desgastar,
mi corazón las necesita, como yo a él...
El dolor de esas lanzas clavadas en mi cuerpo que me han herido de muerte, menguará.

Los fantasmas siempre que me encuentre perdida y desorientada intentarán volver y esas voces....

esas voces querrán volver a aturdirme...
Pero no ahora. No puedo permitirlo.
Pelearé por mi corazón.



«Mëgg¥»
sábado, 30 de mayo de 2009 a las 2:33 p.m.
Y así me respondió Él:


"Cuando te encuentres en un aprieto y todo parezca estar contra ti, hasta el punto de no poder sostenerte ni un sólo minuto más, no te ridas, porque es allí precisamente el lugar y el momento en que la marea ha de cambiar".
Harriet Beche Stowe



Nunca olvides que no "cabalgas" solo, sobre las bestias de esta vida. El Señor está contigo, y sostiene con firmeza las riendas en Sus manos. ¡Sólo sujétate!


Lee 1º Pedro 5:7-11



[....A few years ago....]






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a las 2:32 p.m.
En plena revolución donde los tiempos no tienen tiempos, verdades individuales, justificaciones vanas y la censura queriendo vendar tu boca y ahogarte en un grito mudo. El frio del individualismo, de la pereza y la inacción, la crítica destructiva y la justificación de lo injustificable. Predicándote al estilo haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. Basta de palabras, que a ellas se las lleva el viento, por qué no lo hacen con el ejemplo.



Asqueada
Molesta
Indignada
Herida
Desilusionada
Subestimada
Criticada




«Mëgg¥»


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miércoles, 27 de mayo de 2009 a las 9:27 p.m.




Idealizaciones vacías sin ninguna justificación por parte de quienes "llevan adelante" un grupo de personas, dueños de su propia verdad, concientes de lo que hacen hasta cierto punto, porque no ven más allá de sus narices.

Si hieren, lastiman o desaniman parece no importar con tal de llevar su estandarte en lo más alto a la vista de todos y mostrarse activos.

Claro, toman decisiones, algunas moral y éticamente aceptadas otras son puro show.

Personas que callan y agachan la cabeza justificando con su silencio cualquier medida tomada, se justifican a sí mismas por medio de un Dios que nadie duda que nos levantará y nos defenderá, pero somos humanos, y como tales cometemos errores.

Si tenemos a Dios presente para nuestra defensa, acaso no deberíamos tenerlo en cuenta a la hora de desanimar a la gente, a la hora de alejarnos de quienes por algún motivo, razón o circunstancia se alejaron de Dios?

Por favor! no hablen de Dios ni lo pongan en medio de cualquier tema sino muestran a Dios con sus vidas.

No juzguen, si Dios perdonó y dio segundas oportunidades.

La gente comete errores, todos lo hacemos; pero, cómo alentar al abatido? cómo animar al que está triste? si en primer lugar los enjuiciamos y los ponemos en evidencia?

Qué clase de creyentes somos? qué clase de líderes somos?

Dios te defiende, si. Pero no va a caer maná de tu cielo si no caminas con Dios y encima juzgas a sus otros hijos.

Dios va a luchar por vos, el día que viva en tu corazón y dejes de herir a los demás, el día que con tu boca, tus manos, ojos y con cada parte de tu cuerpo bendigas, el día que ames como él nos amó.



«Mëgg¥»





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sábado, 23 de mayo de 2009 a las 1:23 p.m.






Hay momentos en que sobran las palabras. Y este es uno de ellos.






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viernes, 22 de mayo de 2009 a las 2:52 p.m.




Meggy camina a orillas del mar.
Tratando de alejarse, dejar atrás ese dolor tan grande.
En su espalda carga una mochila muy pesada, que nadie puede ver. Piensa que es mucho para ella sola, que no va a poder.
Lo que no sabe es que hay muchas manos sujetando esa mochila, soportando el peso con ella, tratando que no caiga.
Y llegado el caso en que cayera, esas mismas manos la levantarían.
No se da cuenta que no esta sola, aunque al mirar a su alrededor no ve a nadie, ellos están. La siguen con el pensamiento, con el corazón.
Solo basta que te des vuelta linda Meggy…
Nos vas a ver, caminamos a tu lado, siempre sonriendo aunque el alma duela como en este momento, pero siempre sonriendo.


- Noelia Soledad Witkowski -
jueves, 21 de mayo de 2009 a las 10:53 p.m.




¿Dónde olvidaste esos sueños de princesa de cuento?
Esos que hacías realidad a tu corta edad. Como cuando dibujabas a tu familia llena de colores, jamás olvidabas tus mascotas, mujeres de vestido y zapatos y hombres elegantes.
O como los que cumplías cuando no tenías tarea y a la tarde, cuando mamá te buscaba te encontraba metida dentro del armario probándose su ropa o bailando en el patio con sus vestidos.
¿Qué fue de esa princesa de cuentos infinitos que por la tarde con la complicidad de su primo jugaban a que eran los mejores comerciantes del barrio, y con una sonrisa convencían de que les compraras sus obras, que para papá eran mejor que las de Picasso.
Sin olvidar aquellas tardes en que la abuela te daba monedas a cambio de mantener el orden de la casa y por la tarde te recostabas junto a ella para contarle que hoy te eligieron para actuar en la escuela y querías que fuera a verte.
¿Te acordas cuando decías hoy le cocino yo a papá, y le preparabas sopa de verdura? o las horas que tardaban en hacerle el repulgue a las empanadas porque no parabas de hablar y de contarle a mamá que bien lo habías pasado en la casa de tu mejor amiga?
¿Dónde dejaste tus sueños? Que hoy, con tus tan cortos veintitantos años, por momentos dejas de remar contra la corriente, que ante la primer crítica entras en pánico sintiéndote culpable de estar haciendo todo mal. Que ya no confías en la gente, y te formas como una mujer autosuficiente que puede con todo, a pesar de que no cuente con el apoyo de nadie.
¿Dónde dejaste tus sueños? Que ante una dificultad encuentras cientos de excusas para evitar superarla, que sientes que un vacío te invade al revivir momentos a través de fotografías, porque no quieres olvidar, pero tampoco te animas a dar el siguiente paso.
Vive lo que sueñas, que es tu tiempo, el dolor se irá. Tiempos mejores llamaran a la puerta.



«Mëgg¥»







"Si vives y sueñas,
si crees en Dios
si piensas o esperas,
se sana el dolor.

Meg Meggy Love, sonríes al amor.
nubes rosas de un atardecer,
princesa del sol.

Meg Meggy Love, tu tiempo no acabo
te esperan en la estación
locuras y risas, de un tiempo mejor."


• Iván A. Skamarda •








Terminado el 18/06/09

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martes, 19 de mayo de 2009 a las 2:23 a.m.




Cuando el espejo descubre tu engaño, hace estallar sus vidrios enfurecido,
dolido por esa herida que le provocaste una vez más;
es que no es la primera vez, has intentado cientos de veces hacerle creer lo irreal,
cubriste su reflejo con un velo y le susurraste al oído mentiras piadosas,
pero cada una de ellas era más y más dolorosa.
Sabías que iba a llegar este momento, los vidrios rasgarían las telas luchando por gritarte la verdad,
esa verdad que no queres comprender, que no queres aceptar, ni siquiera escuchar.
Pero hay algo que te voy a decir, y quizás aún no te has dado cuenta.
Ese espejo al cual cubriste, sos vos mismo; reflejándote tal cual no querés verte.
Quisiste ser algo que no eras, fingiste todo este tiempo y te mostraste falso,
mas allá de la imagen que cualquiera puede tener de vos en este momento,
no hay nada más triste que haberte mentido a vos mismo, evitando vivir tu realidad.
Jamás te tomaste el momento de meditar el lugar en que se encontraba tu espejo,
jamás te percataste que éste miraba a la ventana, y mucho menos notaste que ella podía reflejarse en él.
Te perdiste de ver la realidad, perdiste tu libertad, y encerraste tus sueños en un cajón vacío,
priorizando ante todo sólo aquello que querías ver, sin darte la oportunidad de ver lo que el mundo te estaba ofreciendo.
Una ventana al mundo, un viaje en plena libertad lejos esta habitación en penumbras. El milagro que se estaba ofreciendo y quizás ahora entiendas que te fue dado a vos.
Quizás sea un viaje hacia aquel sueño que jamás creiste poder concretar, quizás sea un viaje a tu pasado y encuentres la pieza del rompecabezas que aún te faltaba, quizás un viaje que te lleve a recorrer un nuevo camino con un nuevo paisaje.
Son infinitas las posibilidades que podría enumerarte, pero es tu milagro y te está esperando.


«Mëgg¥»





"Ahora andá y viví, yo siempre amé tu locura" G.C.





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lunes, 11 de mayo de 2009 a las 2:08 a.m.




Nuevamente te alejas de todo, la estabilidad ni siquiera supo llegar a su esplendor.
Es que tu vida se divide en cientos de partes, pero no sabe convivir con ella misma y sólo ciertas áreas se sienten bien mientras una vez más sentís un gran vacío en las otras.
Y sabés que una vez más estás haciendo las cosas mal, y sabés que es lo que tenés que cambiar, sabés que es ahora el momento de quebrar, pero no lo hacés.
Intentás seguir adelante haciendo de cuenta que está todo bien, pero basta, ya no podés mentirle al espejo, porque en cualquier momento caerá la venda, porque en cualquier momento vas a verte sumergida en ese vacío, porque ya te sentís inmersa en ese océano y no ves la orilla y apenas hacés pie.
Porque mentís a tu entorno diciéndoles que estás bien, que todo anda caminando, pero no aclarás que sentís que todo esta marcha atrás, porque jamás lo harías, no te vas a mostrar vulnerable.
Porque en este momento estás sensible, cualquier palabra de más es motivo de discusiones y cada palabra es como una espada sin filo que te va desgarrando sin piedad. Es que tu vacío duele.
Y sentís la necesidad de desahogarte pero no sabés como, quienes hasta hace poco parecían tus confidentes, hoy por momentos los sentís como extraños que se cruzan en tu camino, y eso te duele aún más.
Necesitas gritar, necesitas huir, aislarte un tiempo, pero las obligaciones no te lo permiten y para empeorar aún todo intentás ocupar el poco espacio libre para llegar cansado y sólo dormir y la rueda no deja de girar.
Despierta! porque si sentís todo esto es que aún estás viva y la arena del reloj está en tiempo de descuento y sólo depende de vos.


«Mëgg¥»
miércoles, 6 de mayo de 2009 a las 12:34 a.m.



Vuelvo a mentirle al espejo, vuelvo a intentar convencerlo de que está todo bien, que aquí no ha pasado nada, que no se preocupe, que estas heridas desaparecerán cuando cicatricen, que el dolor se irá.
Intento mostrarle el color de las rosas, los grandes relieves del paisaje y las distintas formas de las nubes.

Pero algo no está bien, ésto no está bien. No es sólo un espejo, y ya dejó de ser una mentira piadosa.
Porque el reflejo no sostendrá por siempre la imagen que yo quiero que se muestre, en algún momento caerá el velo y volveré a reflejarme yo, tal cual soy, y todo lo que me rodea, que es parte de mí.

Me estoy engañando a mi misma y me estoy matando a mi,
dulces cortes en la piel, sangre envolviendo mis sentidos,
paranoia libertadora de cuerpos y almas.

Basta! ya basta! debo dejar de atentar contra mí,
y realmente entender que lo que pasó ya es parte de la historia,
pero quizás sus consecuencias buenas o malas, sólo Dios lo sabe, sean mi condena.

Porque las rosas no sólo tienen hermosos colores, olvidé señalar sus espinas, que hieren mis manos.
Porque en la inmensidad del paisaje hay grandes grietas, donde en esos momentos de debilidad podés caer.
Porque detrás de las formas de las nubes está ese rayo de calor que necesitas y sólo ves nubes cubriendolo todo.

Pasará, como el tiempo pasa y no da tregua.
Pasará, y quizás algún día, pueda tomar revancha.



«Mëgg¥»
viernes, 1 de mayo de 2009 a las 10:23 p.m.



Hoy te busqué en el aire, en las nubes, en la mañana, incluso a la tarde, en mis silencios, en mis certezas, en mis errores.
Te busqué a orillas del mar, te busqué en cada átomo de agua, en cada rincón de la playa.
Te busqué en el sol, en cada estrella, y hasta en la luna.
Te busqué y aún te busco.
Porque sé que te conozco, aunque no sepa tu nombre.
Porque te sueño, sin saber cómo sos.
Porque te espero, y no desespero, porque sé que llegará ese día, y nuestros caminos se cruzarán, y seremos uno los dos. Pero hasta ese momento, te seguiré buscando, te seguiré soñando, hasta hallarte. Hallarte para amarte.
a las 10:11 p.m.


"Planeando una huida en el mar" - Ismael Serrano


Como quisiera saber que estás haciendo en este momento. Como quisiera saber que estás pensando en esta tarde. Como quisiera saber que estás sintiendo respecto a nosotros en este instante.
Porque muero pensándote, me desangro extrañándote, me hago fuerte olvidándote. Pero aún así te amo. Porque por más que calle tu nombre, lo siento arder en mi piel, porque por más que no estés aquí, me ahoga el aire.
Hoy cientos de kilómetros nos separan, pero no es sólo la distancia, nuestros corazones están dolidos por algo más.
No supimos cuidarnos, no supimos respetarnos, mucho menos valorarnos, hoy pienso en qué tanto nos amamos, si realmente nos enamoramos, pero, mas allá de que en este momento mis lágrimas rueden por mi rostro precipitadamente, puedo decir que yo sí te amé, a mi manera, a prueba y error, como una torpe adolescente que aprende a amar a los golpes.
Y hoy puedo gritar al mundo cuanto te amo, que jamás serás uno más, serás por siempre quien me enseñó a sentir, a vivir.
Tarde, ya es tarde, sé que ya no puedo volver el tiempo atrás, me torturo de pensarlo, nunca supe decirlo. Pero hoy me haces falta y te necesito.
Pero no puedo hacer más, planearé una huída al mar, quizás él pueda llevarse mi dolor, quizás el pueda llevarse todo ésto que tanto lastima. Pero no dejaré que se lleve tu nombre ni nuestros sueños. Donde quiera que vaya llevaré tu recuerdo.


«Mëgg¥»
miércoles, 29 de abril de 2009 a las 11:18 p.m.



Como aquella tarde, en que busqué refugiarme del frío de Buenos Aires, dónde los minutos se encontraban inmóviles en mi imaginación. Fue esa tarde en que los apuros ya no importaban, nunca fui puntual, ¿por qué sería distinto?
Aquella mañana desperté de golpe, el despertador a los gritos intentaba lograr que algún día lo sorprendiera yo antes, pero una vez más se resignaba; es que no había dormido bien, había tenido una de esas noches de insomnio que suceden cuando tengo muchas cosas guardadas y dando vueltas en mi cabeza.
De pronto me encontré lavándome la cara y duchándome para salir al mundo. Afuera me encontraría la rutina, esa que según el estado anímico de uno puede ser desgastante o llevadera, pero estaba muy dormida para apreciar aquello se me mostraba, sólo veía abrigos, bufandas y portafolios.
La tarde llegó, el momento de volver a casa se aproximaba y en mi mente la idea recurrente de que al regresar me esperaría ese abrazo que andaba necesitando luego de una mala noche.
Salí de la oficina y me dirigí al subterráneo, era la hora en que mucha gente volvía a sus hogares así que se dificultaba caminar con libertad por la calle.
Bajé, me acerqué a la boletería, y saqué de mi bolsillo unas pocas monedas, suficientes para recibir a cambio mi boleto. Había perdido el subte anterior.
Miré mi boleto, miré la estación y divisé un banco, un señor sentado a su izquierda que buscaba quiénsabequecosa en su portafolio, pero parecía preocupado. Como nadie prestaba atención al banco, me dirigí a él y me senté y todo dejó de verse como lo había visto hasta ese momento.
Olvidé el tiempo, o fue el tiempo que me regaló ese instante para observar, para recordar, para imaginar, para soñar, para pensar. Y sentada en ese banco observaba sus rostros, intentaba entender sus gestos, percibir sus pensamientos, sus apuros por subir al próximo tren y llegar a destino, o su valentía de subir las escaleras y enfrentarse al invierno.
El señor a mi izquierda se levantó y tomó el siguiente servicio, y varias personas tomaron su lugar en ese asiento.
Las bajas frecuencias de mis latidos iban a ritmo con cada subte que se iba, aunque por momentos, inesperadamente aumentaban esperando que en el siguiente tren llegara ese abrazo que me quitaría el frío y al oido me susurraría: vamos a casa.
Como aquella tarde, en muchas ocasiones volví a repetirlo, ya no sólo para refugiarme del invierno. Y esta noche como aquella tarde quiero volver a esa estación y esperar el siguiente subterráneo y con él ese abrazo.


«Mëgg¥»



'
martes, 14 de abril de 2009 a las 11:09 p.m.



Cuando todo parece desintegrarse frente a ti, cuando una gran grieta aparece en tu camino, cayendo al vacío todas esas figuras que formaban parte del paisaje habitual, cuando ya no hay fuerzas para sostenerse, ni de dónde hacerlo, cuando sólo a tu alrededor ves rostros estáticos sin gestos, con sus bocas vendadas, y ni un sólo brazo buscando tu mano para sostenerte y evitarte la caída.
Cuando ciertos cimientos son modificados en vano por idealizaciones vacías sin compromiso, cuando intentan convencerte de una determinada verdad, cuando solo ven lo que quieren ver, y querés gritar pero te encontrás en medio de una multitud amordazado, porque tu boca está tan vendada como la de todos ellos.
Es allí, el punto en que muchos se rendirían, es allí donde algunos optarían por renunciar a sus valores y ser arrastrados hasta esa grieta y arrojarse, es allí donde muchos optan por callar y autocensurarse, comodidad, temor, conformismo, falta de ideales, falta de personalidad, cobardía, tantas son las palabras que podrían utilizarse.
Aquel que se juegue por sus ideales, aquel que grite hasta ser escuchado, aquel que no renuncie y tenga códigos, será criticado, juzgado por muchos, intentarán influenciarlo, arrastrarlo a la grieta, callarlo, pero los fundamentos que lo formaron, aquello en lo que cree, y eso que ama, todo eso lo sustentará.


«Mëgg¥»
jueves, 9 de abril de 2009 a las 1:24 a.m.


Ella anhelaba que las fotos entre sus manos dejaran de ser momentos estáticos guardados en sepia.
Las miraba, cerraba sus ojos y revivía aquel momento, ese lleno de risas y amigos, una de esas tantas salidas matarutinas de mitad de semana. Hasta los temas de charla recordaba, era como si estuviera ahi. Y en verdad lo estaba, sólo que a través de una fotografía.
Fueron varias las veces que revivió esos tiempos. Los oía reir, el barullo del entorno, los miraba a los ojos y ellos la veían.
Ella recordaba un tiempo, cuando en su casa sólo había gritos, quejas y lágrimas, fuera de ella encontraba el alivio junto a ellos, eran su escapatoria, su tregua al menos por el tiempo que se les regalase.
Hoy ya todo es distinto. Los gritos menguaron, quizás demasiado, lo suficiente para que el silencio entre a la casa sin llamar a la puerta.
Pero ellos, y todos esos momentos, hoy sólo se aprecian inmóviles en sepia, a color o black & white. Fotos, cientos de ellas, cada una relata una anécdota, un lugar, una misma sintonía.
Por momentos, las ganas de volver a encontrarlos, de abrazarlos, de volver a cruzarlos.
Pero sólo Dios sabe que fue lo que pasó que todo ya es distinto y un vacío le hace compañía en esta noche. Siente que los necesita, necesita verlos, saber de ellos y lo intenta, pero encuentra respuestas distantes y personas que se resguardan evitando involucrar sentimientos, incluso algún silencio.
Pero está segura, muy segura, que Dios les va a regalar tiempos aún mejores, en otro tiempo, un tiempo que escapa a nuestra insistente ansiedad, porque Dios sabe lo bien que se hacen a sí mismos y hasta Él disfrutará del reencuentro.




«Mëgg¥»






Terminado de escribir 18/06/09





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viernes, 3 de abril de 2009 a las 11:13 p.m.




Déjame volar junto a vos, déjame desplegar mis alas, y ayúdame a recordar cómo se siente volar en libertad, ayúdame a recordar como se siente la brisa sobre el rostro, y a sentir revoluciones de alegría en el cuerpo.

Enséñame a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, enséñame a no hacerme cargo de todas las palabras que escucharé, ayúdame a no rendirme, enséñame a ser fuerte.

Acompáñame a perseguir sueños y ayúdame a subir de a uno cada escalón; quédate junto a mí en esos momentos en que la oscuridad no me deje ver el camino.

Dame tu abrazo en mis días de invierno, acompáñame a observar las estrellas y a treparnos en las nubes rosas al atardecer. Ayúdame a construir mi presente aprendiendo del pasado para ser un poco mejor en el futuro.

Déjame caminar contigo, prometo no retrasarte, guardaré silencio cuando necesites de él, intentaré no hablar de más, pero te escucharé y aprenderé a conocerte.

Déjame mirarte, permíteme observarte y conocerte, intentaré no intimidarte, necesito redescubrir este espacio, mi espacio, mi mundo.

Hoy ya no soy yo, y necesito volver a serlo, al menos déjame intentarlo y acompáñame en mis ansias de lograrlo.

Estoy vacía de sentimientos, disconforme con todas las situaciones y todas aquellas propuestas.
Necesito volver a sentir esa corriente que eriza cada vello de mi cuerpo, necesito una razón, y que estés conmigo.

Hoy necesito volver a mi hogar, necesito volver a alcanzar las nubes, pero estoy tan lejos e incompleta. Con gente que me rodea pero tan sola. Ya nada es lo que era, pero tampoco quiero vivir en el pasado, tan sólo necesito redescubrir este nuevo espacio y este nuevo tiempo, entenderlo? quizás, necesito vivirlo.

Todo es distinto y extraño, no me gusta, me siento ajena a este lugar. Ayúdame a ser lo que nunca debí dejar de ser, enséñame a corregirlo.



(versión completa)



«Mëgg¥»






• Times are changing, they are changing for me •

domingo, 22 de marzo de 2009 a las 2:28 p.m.




Tiempo de silencio, tiempo para reencontrarse,
tiempo sin pausas ni prisas, tiempo llenos de momentos,
tiempo para aguardar, tiempo para pensar,
tiempo para tropezar y volverse a levantar, tiempo para confiar,
tiempo de analizar, tiempo para arriesgarse,
tiempo de decisión, tiempo para aprovechar,
tiempo para conocer, tiempo de actuar,
tiempo de ser protagonista, tiempo para aprender,
tiempo para llorar, tiempo para madurar,
tiempo para sentir, tiempo de ser felíz,
tiempo para entender, tiempo para hacerse fuerte,
tiempo de redescubrir, tiempo de soñar,
tiempo para no bajar los brazos, tiempo para creer en uno mismo,
tiempo para respetar, tiempo para recordar,
tiempo para disfrutar, tiempo de cuidar,
tiempo de amar, tiempo para sentir,
tiempo de ganar, tiempo de callar,
tiempo de subir, tiempo de crear,
tiempo de buscar, tiempo de compartir,
tiempo de escuchar, tiempo de esperar,
tiempo de observar, tiempo de olvidar,
tiempo de valorar, tiempo de ser.
Tiempo. Tiempo de Vivir.

«Mëgg¥»
martes, 17 de marzo de 2009 a las 10:45 p.m.




Y yo que pensaba que habías olvidado
todas esas cosas que un día te pedí
todas las canciones que un día te escribí.

Y hoy me he dado cuenta que han estado allí
haciendo memoria delante de Ti
no te has olvidado, de lo que escribí.

Pero me conoces y es tu decisión
y a su tiempo me darás lo que es mejor.

Todos mis anhelos tienen tu color
tienen el latido de tu corazón
yo no quiero nada sin tu dirección.

Todos mis anhelos son de ti Señor
tienen tu cadencia, tienen tu pasión
no me importa nada solo tu favor.

Y yo que pensaba que habías olvidado
todas esas cosas que un día te pedí
todas las canciones que un día te escribí.

Y hoy me he dado cuenta que han estado allí
haciendo memoria delante de Ti
no te has olvidado, de lo que escribí.

Pero me conoces y es tu decisión
y a su tiempo me darás lo que es mejor.

Todos mis anhelos tienen tu color
tienen el latido de tu corazón
yo no quiero nada sin tu dirección.

Todos mis anhelos son de ti Señor
tienen tu cadencia, tienen tu pasión
no me importa nada solo tu favor.

No me importa nada solo tu favor...


Autor: Jesus Adrian Romero
Titulo: Tienen Tu Color


viernes, 13 de marzo de 2009 a las 2:14 p.m.


A través de ella te busco, te conozco, te descubro.
De este lado mi tiempo, al atravesarla el tuyo.
Porque las botellas no guardan el tiempo, tan sólo deseos,
Porque el tiempo a destiempo es extraño,
Y lo extraño se hace interesante,
Y lo interesante es cautivante.
Pero cuando lo extraño, lo interesante y lo cautivante,
incluyendo tus tiempos y mis tiempos se intentan interpretar,
es cuando prefiero huir a la ventana, y junto a ella buscarte en el paisaje,
dibujarte en mis sueños, pensarte en los cielos.




«Mëgg¥»


a las 1:54 p.m.


Somos un constante remolino de sentimientos,
La ciclotimia se entremezcla en nuestra sangre
Intentando pasar desapercibida,
Pero en este constante movimiento, jamás lo logrará.

Más es la rueda, la que a veces se posa en las alturas,
Y la brisa acaricia nuestros rostros,
Incluso el corazón suspira aliviado de toda gravedad.
Pero en el descenso,
Nuestras lágrimas quizás lleguen a confundirse con la lluvia.
Y abrazando alguna nube, intentaremos no descender de más.

Será el sol, quien nos llenará de calor con su abrazo,
Será la luna, que nos deleitará con sus serenatas,
Serán las estrellas, que nos contarán historias

La nostalgia nos invadirá cuando observemos el horizonte,
Más la adrenalina del ascenso hará brotar miles de sonrisas,
El dolor de bajar repentinamente calmará,
al descubrir, que en estas ruedas, viajamos acompañados.


«Mëgg¥»
a las 2:26 a.m.

Parecerá una obsesión, ruedas y más ruedas invitándome a recorrer en ellas el mundo entero.
Me susurran al oido sus ansias de ser trepadas y llevarme a visitar nuevos paisajes, a compartir atarcederes y contarme sus más íntimos secretos.
Ellas saben seducir, y envolverme en esa especie de ansiedad hasta acabar en ellas.
Como también, saben que el fin justifica los medios con tal de ser complacidas.
Me embriagarán en cada giro ofreciéndome un recorrido inolvidable, intenso y real.



«Mëgg¥»



lunes, 23 de febrero de 2009 a las 8:29 p.m.



El miedo invadió su cuerpo, quitándole el aire y adueñándose de sus sentidos.
Es que alguien movió la pieza de su ajedrez, dejándola en medio de un estratégico enrroque.
Su reino seguía en pie, pero fue debilitándose con el correr de los minutos.
Sintió temor, porque las demás piezas aunque se encontraban en el mismo tablero, estaban estáticas, sin nombres ni rostros y en silencio.
Pero ella, dejó pasar los minutos, las horas, días y semanas, y se refugió entre las nubes buscando su espacio, buscando respuestas y fortaleciéndo su fe. Necesitaba reencontrarse con ella misma, necesitaba tomarse un tiempo para volver a confiar.
Es que comprendió que es su juego, y nadie moverá por ella. Y los miedos, esos que la enceguecieron por momentos, se alejarían a medida que ella se sintiese más segura de sí misma.
Y es el día de hoy, que un poco menos temerosa y menos insegura, sabe que la siguiente jugada, será su posibilidad de tomar revancha, y la tendrá que hacer con decisión. Que la espera genera más ansiedad, pero apresurarse podría hacerla tropezar.
Y hoy ella está aguardando el momento, aprendiendo a confiar, renovando su fe, descubriendo su alrededor, y que esas piezas que la acompañan no son todas tan estáticas, y algunas están atentas a lo que ella siente, a lo que ella busca.
Hoy ella calla, no hablará de más, no se mostrará vulnerable, pero quien la observe, podrá notar que sus ojos dicen más que sus silencios.


«Mëgg¥»


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sábado, 14 de febrero de 2009 a las 12:27 a.m.


tiempo, es el que quisiera detener por un momento,
tiempo, es el que quisiera que corra con prisa algunos días,
tiempo, es el que quisiera encerrar en una botella y regalarte
tiempo, es el que quisiera ofrecerte,
tiempo, es el que por momentos deja de ser una excusa, mi excusa.


tiempo para conocer, tiempo para crecer, tiempo para admirar, tiempo para entender, tiempo para creer, tiempo para querer, tiempo para sentir, tiempo para extrañar, tiempo para necesitar, tiempo para disfrutar, tiempo para amar.
tiempo, tan lento pero tan veloz, sin pausas y sin prisas, sin edades ni creencias, sin distancias ni ahogos.
tiempo.




«Mëgg¥»





Eclesiastés 3: 1-8



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martes, 3 de febrero de 2009 a las 2:03 p.m.


Duermes, mientras la lluvia golpea contra tu ventana, mientras sueñas sueños despacito, intentando por un instante olvidar todo eso que te aprisiona hasta quitarte el aire.
Duermes, olvidando por un momento decisiones, responsabilidades y ocupaciones por cumplir, para así soñar tu sueño, ese que perseguis a tientas, como quien camina en una habitación a oscuras, pero con la certeza de que alguien más te guia por ese camino hasta poder atravesarla.
Duermes, entre bemoles y armonías, endulzando los sentimientos de todo aquel que se cruce en tu camino. Armonizas tus amistades haciendo de ellas hermosas sinfonías, pero jamás olvidas firmar tus obras, tienes tu propio sello, el cual queda grabado en el corazón de aquellos que realmente supieron conocerte.
Duermes, soñando y contruyendo un mundo en tu imaginación que pronto se hará realidad, un sueño que es más infinito de lo que crees y que alguien se encarga de multiplicarlo.
Duermes, descansando en Dios. En El dejas tus batallas, tus dudas y certezas, y quienes podemos observarte vemos como Dios se refleja en vos. Porque sos sincero y humilde, porque sos auténtico.
Duermes, Dios te bendice con este descanso, se muestra a tí en sueños, en la familia, en los amigos, en la vida misma. Te habla, te busca, te acompaña, tiembla el mundo que no entiende este amor, privilegiado el que vive en el Señor.
Duermes, y la lluvia no cesa, las puertas del cielo se abrieron de par en par, y los campos reciben ese milagro de Dios. Mientras tú duermes, en la ciudad sólo se aprecia como un día melancólico, pero en las afueras y a orillas del mar como una perfecta unión entre la lluvia y el océano, la musa de todo artista, mas tú duermes, soñando un sueño despacito, no tienes prisa, pero tienes tanta vida, tienes tanta fe, tienes tanto amor, que alguien lo ve, te ve, te conoce, te ama, te consuela, te refugia, te levanta, te espera.
Duermes, y el día se torna extraño, la ciudad poco a poco vuelve a su ensordecedor ruido, pero no te enloquece, alguien te mantiene a salvo. Mientras, yo escribo estas líneas, de aquel hombre que está en mi corazón, de aquel hombre que tengo el hermoso privilegio de conocer, de aquel hombre que bendice mi vida con su amistad.



«Mëgg¥»



.
lunes, 2 de febrero de 2009 a las 11:57 p.m.



Llora el cielo en esta noche, lloran las nubes que supieron abrazar nuestros corazones, entre mis dedos se escurren las lágrimas que antes rodaron por mi rostro antes de una precipitada caída. Te recuerdo en aquella noche donde todo aún era distinto, no existían estos fríos silencios, tan sólo se reflejaba el amor en nuestras miradas.
Me equivoqué, lo admito, cometí un grave error, dañé nuestros corazones en vano, llené de dolor nuestros días, y ahora tan sólo quiero remediarlo. Cuánto quisiera volver el tiempo atrás, pero sé que jamás lo lograré, lucharé hasta el final, al menos necesito llevar calma a tu corazón, ya no importa el mío.
Decepción es lo que hay en tu pecho hoy, y mi culpa que me ahoga, te busco, necesito pedirte perdón, pero tan sólo escucho tu silencio.
Llueve y el cielo entiende de mi dolor, perdón! lo he estropeado todo, lo acepto.
Una vez más he demostrado qué poco sé cuidar lo que amo.



«Mëgg¥»
sábado, 17 de enero de 2009 a las 9:09 a.m.

Tu cuerpo, mis manos
tu música, mi torpeza
tu complicidad, mis silencios
tu paz, mi terapia
tu armonía, mis sueños
tu protagonismo, un papel de extra
tu acompañamiento, mis amores

Ella y yo
a veces una
a veces complemento
a veces en tiempos distintos
manos torpes
cuerpo armonioso
juntas extraña fusión.

«Mëgg¥»
miércoles, 14 de enero de 2009 a las 1:47 a.m.

Y no sabés si detenerte o llover
Y parada sobre el mundo a tus pies
Tu sonrisa que nos hace temblar.
Tiembla el mundo que no entiende al final,
Ese beso de la vida,
La sutil melancolía
El momento cuando piras
Los espacios donde miras
Y las gotas de tu lluvia se irán.


• Fito Paez •




lunes, 12 de enero de 2009 a las 7:52 p.m.

Un año lleno de cambios para cada una de ellas, en todos los sentidos; crecieron, maduraron y se superaron, subiendo más escalones y alcanzando metas.
Rieron, lloraron, pero siempre se acompañaron, por más que la distancia a veces se interpuso, el amor que se tuvieron fue mayor.
Y hoy, tienen la posibilidad de compartir un nuevo año, así que ya no hablaré en pasado.
Del pasado tomaré aquello que las unió, aquello que las hace feliz, aquello que les hace bien a cada una de ellas.
Y hoy puedo decir, que es un año para profundizar amistades, un nuevo año con muchas metas por delante, un nuevo año para compartir y celebrar juntas.
Ellas, mis amigas, mis hermanas, parte de mi corazón, mi complemento.
Yo, una agradecida a Dios por sus amistades.
Juntas, eLeVaDaS.



Las amo ♥


«Mëgg¥»
jueves, 8 de enero de 2009 a las 10:30 p.m.


No habrá distancias
que no cubra cualquier hombre que te busque.
No habrá rincón en que tu nombre no se pronuncie.
No habrá misterio o duda en que tu presencia no luzca,
faro solidario en ausencia de paz,
en tiempos difíciles Estrella Polar.


• Ismael Serrano •






Ella calla palabras que por dentro generan una revolución,
ella sueña un sueño hermoso, pero es tan personal, tan de ella,
que sólo aquellos que la observen bien, podrán intuirlo en su propia mirada.
Una mirada tan segura de lo que busca observar, y a la vez tan insegura e inocente.

Es que alguien encendió el interruptor dentro de ella, y se marchó.
Hoy ella no lo demostrará, pasará el día manteniéndose ocupada,
caminará por las calles de Balvanera intentando no pensar,
reirá con sus amigos y disfrutará de la velada al comienzo del fin de semana.

Pero ella no sabe, que alguien la observa,
quizás sea el mismo que se fue, quizás sea alguien más,
alguien ama cada gesto de su rostro, cada sonrisa,
alguien ama su mirada, que se mantiene firme en sus metas.

Quizás no sea el tiempo,
algún otro lugar la espere quizás,
pero sea el tiempo que sea, o el lugar que fuese,
allí estará él, amándola.


«Mëgg¥»
viernes, 2 de enero de 2009 a las 1:09 a.m.


Callada e inmóvil te encuentras analizando la situación, si eras una mujer de pocas palabras, ahora sos un poco más prudente. No dices palabras de más, cuidas cada una de ellas pero quizás tampoco dejas que sean suficientes. Lo notas y hasta te lo cuestionas, pero aún no conoces lo suficiente como para liberarte un poco más. Poco a poco lo harás, y en ese momento te descubrirá, y sabrá que estás allí.
mientras tanto, sin esos torpes apuros, disfrutas.
Llegará el momento en que la venda caiga de tu boca, y dejes de autocensurarte, llegará ese instante en que volverás a sentirte segura y plena, y será ahí donde tu sonrisa iluminará cielo y tierra porque tu dicha se contagiará a tu entorno y a cada persona que se cruce en tu camino.
Porque en ese instante, serás más vos que nunca, serás pura y sincera, serás como sólo tú y Dios te conocen, porque no sentirás vergüenza, ni censura, ni siquiera cruzará por tu mente que los otros pensarán raro de tí. Ya no te importará, y disfrutarás, gozarás de decir eso que callas, reirás y sonreirás a diestra y siniestra y se sorprenderán de tí, y verán que ha habido un cambio, que te has liberado, has crecido y madurado. En ese instante, él te verá, y conocerá una mujer, que vivía en penumbras y hoy le sonríe a la vida, conocerá una mujer, que no se avergüenza de lo que vive, conocerá un mujer distinta al resto, y serás vos y no será otra.
Pero ese instante llegará cuando te respetes más, confíes más en tí y hasta pienses más en vos.
porque si vos misma no te ves, no podrán verte, cuidate y deja que cuiden de ti.

«Mëgg¥»

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