Pero mirá, uno se descarga en distintas maneras y es productivo descargarse escribiendo.
Si vos supieras las pavadas que he escrito y vivo escribiendo. Lo q publico no es nada al lado de lo q escribo, no hablo de calidad, sino de cantidad, si me tendría que calificar en calidad, sólo diría que necesito aprender. Pero volviendo, no lo publico porque me juzgo a mi misma, porque no me gusta o porque no es el momento.
El que escribe sabe lo que pasó x su mente antes de inspirarse y sabe que en lo que escribe intenta gritar algo, pero al mismo tiempo ocultarlo en algo que quizás sea lindo a la vista y le guste a unos cuantos.
No hay mejor compañero que un cuaderno o un grabador, ahí volcás las ideas. Aunque parezca tonto, hasta las palabras sueltas son importantes, un monólogo de palabras que dichas asi sueltas no tendrían sentido alguno, pero que pesen tanto en tu vida, eso es hermoso.
Las palabras son un suplemento, el aderezo de toda ensalada. Hay que usarlas en la medida justa porque sino se echa a perder la ensalada.
Escribir para mi misma, así comenzó todo.
Así nació nubezrosas, un espacio que utilizaría para hacer algo de aquello que me gusta, como es escribir. Supe desde el principio que me exponía a la mirada de muchos, que si sabían interpretar aquel real mensaje entrelíneas, me desnudarían de sólo leerme. Pero, en realidad, es una causa que jamás será impedimento, mas el único impedimento soy yo misma y quizás la inconstancia.
Pero ese será otro tema, otro día.
Foto by Hobbit
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«Mëgg¥»
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